Sonarán distintos aquellos aullidos,
treparán incautos al riesgo tus dedos
temblarás el frío y olerás a río
cuando ilumines, yo seré tu fuego.
Cantaré en tu boca mi mejor poema,
dentro de tus dedos tatuaré caricias,
brillarás del cielo de mi vista austera
cuando seas luz y yo tenga vida...
Cuando siembre en roca y coseche el tiempo
para ser un tope de pasión insana,
allí donde seque sus ropas el miedo,
después que la muerte en sangre se ahogara...
Cuando vuelva el día pisando las sombras
seré un poco sol y otro tanto sexo,
desnudo deseo, tu cuerpo se implota
en un mágico rayo de luz en regreso.
Volverá la luz a abrazar la instancia
el hondo, el hueco de la oscuridad,
tu y yo seremos claros como el alba
cuando volvamos todo volverá.
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